La fobia es un medio específico intenso y concreto, cuyo estímulo es proyectado al exterior para disminuir la angustia, por ende este procedimiento debe ser continuo, disminuyendo así el malestar en tanto se descarga, en situaciones o personas, que muchas veces no tienen que ver con lo que provoca la angustia.
Los homofóbicos son personas a las que les suele irritar y provocar malestar la homosexualidad y sus manifestaciones en otras personas.
Como es algo que quisieran erradicar socialmente y borrarlo, se suelen comportar en forma agresiva verbal y hasta físicamente.
La intolerancia la acompañan con preceptos morales y religiosos que avalan su actitud displicente y discriminatoria.
En vez de tratar internamente la angustia que les provoca la homosexualidad, buscan corregirla en los que la tienen.
No tienen resuelto su conflicto personal y ponen por encima el desprecio y el descrédito, en vez de acudir al respeto de la dignidad de la persona.
Al entrar en una crisis de ansiedad o angustia, los homofóbicos, suelen desquitarse con los homosexuales por ser para ellos, una de las causas de su malestar.
Cuando se mezcla con el fanatismo religioso, surge una justificación para condenar y reprimir, tomando un papel divino que no les corresponde.
Toda fobia es un miedo irracional que dispara los mecanismos de la agresión. Por lo que un homofóbico le tiene tanto miedo a la homosexualidad, que en una crisis lo impulsará a agredir a aquello que tanto le teme.