Susan en una confusión y con el estómago fruncido fue en busca de Felipe, su prometido.
Felipe, le preguntó con una cierta emoción de duda: ¿Me haz mentido alguna vez?
No por supuesto, mi amor…
¿Estas seguro?
Por supuesto, respondió con una cierta ironía y una sutil risita burlona en su cara.
Lo miró fijamente a los ojos, con ternura, lo abrazó y acercó sus tiernos labios a los suyos y lo besó con un cálido sentimiento de amor y le dijo…
Nunca soportaría una infidelidad.
Te amo Susan, tranquila y respondió con similar cariño a su prometida
Se abrazaron los corazones